Castello di Vicarello es el tipo de lugar que sueñas. Películas y novelas describen lugares, que realmente no creemos que existan. Demasiados buenos para ser verdad. Sin embargo, Castello di Vicarello es, sin duda real, y así ha sido desde 1100. El castillo se asienta sobre una colina con vistas al campo de la Maremma en el sur de Toscana, y ofrece absolutamente todo lo que cualquiera de sus sentidos que la falta de una vacaciones en la Toscana.
Hace unos 50 años, era prácticamente una ruina, abandonado por completo, cuando la familia Baccheschi Berti vio el potencial. Con mucho amor y cuidado, y muy pocas liras, la familia ha transformado las ruinas en un paraíso toscano exquisitamente lujoso pero sin pretensiones, que se abrió por completo para los clientes en 2003.
Todas las habitaciones y la villa (sólo 7 en total) son diferentes, muebles hechos a mano, telas y detalles. Las piedras, ladrillos y maderas de la estructura crean un marco perfecto para la armoniosa, mezcla de antigüedades, diseño moderno y toques de Indonesia (el Bertis Baccheschi pasó una década en Indonesia en la industria textil). Las camas están adornadas con las sábanas de lino de más alta calidad italiana y sí, sí ayudan a dormir mejor.
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